Una enfermera y la compañía para la que trabaja en California fueron demandadas por negligencia, abuso físico y daños punitivos, luego de que un niño sufriera impactantes heridas bajo el cuidado de la mujer.
El pecho y el estómago del pequeño Adam Bautista estaban llenos de ampollas, y parte de su piel lucía desgarrada.
El niño de cuatro años, que padece de hidranencefalia, una condición en la que su cerebro no se desarrolló plenamente, estaba bajo el cuidado de una enfermera privada, Debra Hunniford, cuando ocurrió el presunto accidente.
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Según el abogado de la familia Bautista, Mark Peacock, la enfermera declaró que el niño se quemó con agua caliente al bañarlo. Pero los exámenes realizados por un laboratorio privado en la camisa del niño, arrojaron presencia de hidróxido de sodio.
“Tenemos información de que en 1984, (la enfermera) tuvo cargos de negligencia infantil, y por estar bajo el efecto de sustancias controladas”, aseguró el representante legal de la familia.
La compañía empleadora de la enfermera, NU-Era Home Health Agency, niega toda responsabilidad.
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“La señora Hunniford no estaba trabajando para NU-Era la noche que se produjo el incidente. Los actos cometidos por Debra Hunniford no estaban autorizados o sancionados por NU-Era”, expresó en un comunicado Rima Badawiya, abogado de la empresa.
“Ellos saben que ella era su empleada, y se quieren apartar de ella, pero tendrán que afrontar la controversia”, dijo, por su parte, Peacock.
