Con el amanecer del nuevo año, también surge la oportunidad de cambiar.
Los expertos dicen que enero puede ser un buen momento para reflexionar sobre la mejora personal, pero reconocen que se requiere esfuerzo para que los propósitos perduren.
Estudios han demostrado que hasta el 70% de las personas que establecen resoluciones de Año Nuevo abandonan esos buenos propósitos en meses.
He aquí algunos consejos sobre cómo mantener esos propósitos cuando tu fuerza de voluntad comienza a flaquear.
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Comienza con pequeños pasos
La psicóloga Lynn Bufka sugiere ser realista acerca de cualquier resolución.
“Es bastante desalentador decir que quieres perder 50 libras y que por lo tanto, nunca volverás a comerte un postre”, dijo. “Podría ser más útil decir que solo vas a comer postre los fines de semana y en ocasiones especiales”.
Los expertos en salud conductual recomiendan dividir los objetivos ambiciosos en metas más pequeñas, como cambiar al menos un sándwich por frutas y verduras o hacer ejercicio durante 10 minutos todos los días. Una vez que comiences a alcanzar estos objetivos más pequeños, puede que el grande no parezca tan inalcanzable.
Piensa positivo
Es difícil hacer grandes cambios. Bufka dijo que simplemente pensar más positivamente sobre tu objetivo final, y lo que estás logrando con tus nuevos hábitos, puede fortalecer tu motivación.
“Si pongo dinero en un frasco por lo que habría gastado en chocolate todos los días, eso comienza a sumar”, explicó Bufka, subdirectora de investigación y política en la Asociación Americana de Psicología.
Centrarse en lo que el propósito te está ayudando a lograr, en lugar de aquéllo de lo que te estás privando, puede ser una herramienta poderosa para reformular tu pensamiento, dicen los expertos.
Enfocarse en los objetivos
Un estudio sobre los propósitos de Año Nuevo publicado en 2020 encontró que las personas que se enfocan en objetivos específicos tienen más éxito que aquellas que simplemente intentan abandonar malos hábitos.
En un grupo de más de 1,000 personas, los científicos encontraron que los propósitos más populares se relacionaban con el ejercicio, pérdida de peso y hábitos alimenticios. Otros propósitos se centraron en la auto-mejora, problemas financieros personales y formas de enfocarse en la salud mental y reducir el estrés.
Entre el 55% de las personas que dijeron haber mantenido sus propósitos después de un año, casi el 60% de ellas habían establecido propósitos relacionados con objetivos frente al 47% de aquellos enfocados en evitar ciertos comportamientos.
Involucra a tus amigos y usa un calendario
Involucrar a otros en tus esfuerzos, tanto para obtener apoyo como para responsabilizarte, también puede ayudar. Para alguien que decide comenzar a hacer más ejercicio, por ejemplo, podría resultar útil unirse a un grupo de corredores o encontrar una clase de gimnasia con amigos, para hacer que el entrenamiento resulte menos tedioso.
Los expertos también recomendaron programar tiempo en tu calendario para ayudarte a mantener tu propósito, como asignar un tiempo específico cada mañana o noche.
Sé amable contigo mismo
El cambio es difícil, así que no esperes la perfección. Inevitablemente habrá momentos en los que parezca imposible mantener tu propósito o quieras rendirte.
“Un gran propósito podría ser, ser menos crítico contigo mismo”, dijo Tamara Russell de la Sociedad Británica de Psicología. “Las investigaciones muestran que cuanto más desarrollamos la autocompasión, más compasivos podemos llegar a ser hacia los demás”.
Por último, si el 1 de enero te parece una fecha artificial para adoptar nuevas resoluciones, haz los cambios según tu propio calendario.
Russell dijo que “no tiene ningún sentido” hacer propósitos vinculados al año calendario, dado que el invierno es típicamente un tiempo de hibernación para gran parte del mundo natural.
Agregó que la primavera, como una temporada de crecimiento y renovación, podría ser un mejor momento para que la mayoría de las personas decidan cambiar.
Para cumplir los propósitos de manera más eficaz, Russell sugiere revisar cada semana lo que ha funcionado y lo que no.
“Sigue refinando y no tengas miedo de ajustar y afinar lo que estás haciendo”, dijo. “Estudia tu propio comportamiento como si fueras un científico”.
