El gobernador Greg Abbott ordenó hoy a la Agencia de Educación de Texas (TEA, por sus siglas en inglés) y a los superintendentes escolares de Texas que la vacuna COVID-19 no puede ser obligatoria como parte de los requisitos de ingreso a la escuela.
En cambio, la ley de Texas anula una recomendación reciente de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés ) que agregó la vacuna a los calendarios de inmunización para adultos y niños en edad escolar.
En cartas al comisionado de TEA, Mike Morath, y a los superintendentes escolares de todo el estado, el Gobernador explica que su Orden Ejecutiva GA-39, emitida el 25 de agosto de 2021, permite a los padres de Texas optar por no recibir la vacuna contra el COVID-19 para sus hijos y empodera aún más a los padres para ser los principales tomadores de decisiones en el cuidado de la salud de sus hijos.
Además, la Legislatura de Texas ha permitido a los padres optar por no vacunar a sus hijos por motivos de salud y de conciencia a través de una serie de estatutos, incluido el Código de Educación de Texas, el Código de Salud y Seguridad de Texas y el Código de Recursos Humanos de Texas.
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“A pesar de los intentos de extralimitación federal en las decisiones de atención médica de los estadounidenses, en Texas seguimos honrando y defendiendo la libertad de los padres de elegir lo que es mejor para la salud y el bienestar de sus familias”, dice la carta.
“Independientemente de lo que sugieran los CDC, en Texas, la vacuna contra el COVID-19 sigue siendo voluntaria. Las escuelas de Texas no requerirán que los estudiantes reciban la vacuna COVID-19 por ningún motivo”, destaca Abbott.
Aunque las recomendaciones recientes de los CDC no crean un mandato federal de vacunas, muchas escuelas confían en la guía de los CDC para elaborar los requisitos de ingreso a la escuela para los estudiantes.
Las cartas del gobernador Abbott a los líderes de la TEA y a los superintendentes escolares reafirman su Orden Ejecutiva que prohíbe los mandatos de vacunas y los pasaportes de vacunas, así como las leyes de Texas que permiten a los padres optar por no recibir vacunas por motivos religiosos o de salud.
