SAN ANTONIO, Texas - Tres inmigrantes latinoamericanas detenidas en Texas interpusieron una demanda el jueves, en la cual argumentan que las mantuvieron aisladas en represalia por la huelga de hambre que efectuaron en protesta por su arresto y por las condiciones de vida en el centro de detención.
Las tres mujeres, que han solicitado asilo, forman parte de una demanda colectiva presentada contra funcionarios del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) y contra el operador privado de las instalaciones en Karnes City, al sureste de San Antonio. Las mujeres dicen que las mantuvieron aisladas en el área médica del centro.
[Fotos: Abre centro de detención en Dilley]
Autoridades del ICE indicaron el miércoles durante un recorrido de las instalaciones que ni mujeres ni niños fueron mantenidos aislados dentro del área médica, y que allí nunca se usa el aislamiento como forma de castigo. Los funcionarios también negaron que las mujeres hayan efectuado una huelga de hambre, la cual consideran comienza luego de no ingerir alimentos durante nueve ocasiones seguidas.
Las instalaciones albergaban a 183 mujeres y niños el miércoles, la mayoría de ellos centroamericanos que cruzaron la frontera con México sin autorización. Fue posible ver a niños en un área de juegos, tomando clases en un salón e ingiriendo su almuerzo en la cafetería.
Decenas de miles de inmigrantes de Centroamérica cruzaron la frontera sur de Estados Unidos a mediados del año pasado, la mayoría mujeres con niños y también menores sin un acompañante adulto.
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Dos de las mujeres que participan en la demanda afirman que fueron colocadas en habitaciones a las que sólo se podía aplicarles el cerrojo desde el exterior y que se les sometió a un interrogatorio.
La demanda pide un mandato judicial que le ordene al ICE y al operador de la prisión, The Geo Group, que suspendan las represalias y permitan que las mujeres protesten pacíficamente.
En un comunicado anterior, el ICE ha afirmado que "respeta completamente los derechos de toda la gente a expresar su opinión sin interferencia, y a todos los detenidos -incluidos los que están en instalaciones residenciales para familias como la de Karnes- se les permite hacerlo".