Las persecuciones representan un gran peligro, tanto para los migrantes como la población en general debido a que se realizan a exceso de velocidad y casi todas terminan en accidentes de tránsito.
Mientras grupos de migrantes continúan entregándose a la Patrulla Fronteriza en otros sectores del sur de Texas, en el Valle del Río Grande los agente continúan ocupados con más persecuciones.
A pesar de que el Título 42 se haya extendido, el tráfico de personas continúa incrementando el sector del Valle de Texas. Desde el pasado mes de diciembre la corte suprema extendió el Título 42. Esta medida ha permitido al gobierno de Estados Unidos expulsar rápidamente a inmigrantes que llegan a la frontera con México.
Sin embargo, el Valle de Texas ha controlado el flujo migratorio y lo que ocupa su atención son las persecuciones. Según Carlos Ruiz, agente Patrulla Fronteriza, dice que estas "aunque el Título 42 y el flujo de migrantes se ha movido hacia otros sectores, aquí continuamos teniendo bastante tráfico. Las persecuciones son algo muy común aquí en el Valle del Río Grande".
La realidad es que las persecuciones representan un peligro tanto para los migrantes como para la población en general. De acuerdo a las autoridades las consecuencias de ser arrestado por causar daños graves hasta mortales en este tipo de circunstancias son muy serios.
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"La mayoría de los conductores pierden el control del vehículo ya que no están entrenados para manejar a esa velocidad, un desliz en la carretera. Nosotros vamos a ir contra ellos con todo el peso de la ley", puntualiza el agente.
