astronomia

El impacto de un gigantesco meteorito pudo haber generado vida en la Tierra

Golpeó el planeta hace unos 3,260 millones de años y se estima que era hasta 200 veces más grande que la roca espacial que luego mató a los dinosaurios.

Una rendición artística del meteorito S2.
GETTY IMAGES

Fue cuatro veces el tamaño del Monte Everest, desató un tsunami más grande que cualquier otro en la historia humana conocida e hirvió los océanos, pero este antiguo meteorito también pudo haber nutrido la vida en la Tierra después de estrellarse contra ella, descubrieron los científicos.

El meteorito antiguo, S2, fue descubierto en 2014. Golpeó el planeta hace unos 3,260 millones de años y se estima que era hasta 200 veces más grande que la roca espacial que luego mató a los dinosaurios.

Los nuevos hallazgos, publicados el lunes en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences, sugieren que esta colisión masiva no solo trajo destrucción a la Tierra, sino que también ayudó a que la vida temprana prosperara.

"Sabemos que los impactos de meteoritos gigantes fueron frecuentes durante la infancia de la Tierra y que deben haber afectado la evolución de la vida temprana, pero no teníamos una buena comprensión de cómo", dijo a NBC News en un correo electrónico la geóloga de la Universidad de Harvard, Nadja Drabon, autora principal del estudio.

La investigación ha sido un proyecto apasionante para Drabon, que se inspiró en numerosos estudios previos que mostraban el impacto potencial que puede tener una colisión de meteorito en las formas de vida.

“Hace tiempo que sabemos que en la Tierra joven los impactos de meteoritos eran más frecuentes y, en promedio, más grandes que en la actualidad”, dijo Andrew Knoll, geólogo de Harvard y coautor del estudio.

“Si bien la gente ha especulado sobre las posibles consecuencias biológicas y ambientales de los impactos antiguos, ha habido pocos datos concretos para probar las distintas hipótesis”, agregó Knoll.

EL TRABAJO DE CAMPO PARA ESTUDIAR AL METEORITO

El equipo de investigación viajó durante tres temporadas de campo a Barberton Greenstone Belt en Sudáfrica para recolectar las muestras necesarias para el estudio, acompañado de años de trabajo de laboratorio, dijo Drabon.

El meteorito golpeó la Tierra cuando todavía estaba en sus primeros años, un mundo acuático con solo unos pocos continentes sobresaliendo del mar.

En su trabajo de campo, dijo Drabon, buscaban partículas esferulosas o pequeños fragmentos de roca que quedaron del impacto del meteorito.

El equipo recolectó 220 libras de roca y las llevó al laboratorio para su análisis.

El meteorito gigante provocó un tsunami que azotó el planeta, descubrieron los científicos. El calor del impacto provocó que la capa superior del océano se evaporara, al tiempo que calentaba la atmósfera.

Encontraron evidencia en rocas que mostraba que el tsunami removió nutrientes como el hierro y el fósforo.

Además, hubo evaporación parcial del océano y oscuridad que probablemente dañaron a los microbios fotosintéticos de aguas poco profundas a corto plazo.

Los científicos descubrieron que la vida en los océanos más profundos se vio menos afectada.

Jon Wade, profesor asociado de materiales planetarios en la Universidad de Oxford en Inglaterra, dijo que la distribución de esta agua rica en hierro es el elemento crucial para el origen de la vida.

El hierro es el elemento más abundante en masa en la Tierra, pero la mayor parte está encerrado en el núcleo de la Tierra, a 1,800 millas bajo nuestros pies, dijo Wade.

A pesar de esto, las formas de vida dependen del hierro para sobrevivir. Solo dos formas de vida, los lactobacilos, que se encuentran en el yogur, y la Borrelia burgdorferi, responsable de la enfermedad de Lyme, actualmente no dependen del hierro.

Como resultado, se produjo un auge temporal de microorganismos que dependían del hierro.

El estudio ha generado una cobertura mediática mundial, algo que el equipo dijo que no esperaba.

“El artículo ha suscitado un interés sorprendente; supongo que tenemos que agradecérselo a los dinosaurios”, dijo Knoll.

“Estoy muy entusiasmado con mi investigación y sé que los resultados son importantes para la comunidad científica”, dijo Drabon. “Ver que el público también está interesado ha sido una sorpresa muy agradable”.

Este artículo se publicó originalmente en inglés en NBC News. Haz clic aquí para leerlo.

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