Como parte del acuerdo con la fiscalía, Clarisa Figueroa aceptó un acuerdo de culpabilidad por un cargo de homicidio en primer grado y los otros cargos que pesaban en su contra serían desestimados.
CHICAGO - Casi 5 años después del brutal asesinato de Marlén Ochoa López, la investigación y enjuiciamiento de los implicados en su muerte está llegando a su fin.
Este martes, Clarisa Figueroa, quien fue señalada como una de las responsables de asesinar a Ochoa López, arrancarle el bebé de su vientre y tirar su cuerpo en un basurero, fue condenada a pasar 50 años tras las rejas sin la posibilidad de salir bajo libertad condicional.
Hasta la fecha, Figueroa ha servido 1,799 días en la cárcel.
Como parte del acuerdo con la fiscalía, Figueroa aceptó un acuerdo de culpabilidad por un cargo de homicidio en primer grado y los otros cargos que pesaban en su contra serían desestimados.
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Su hija, Desirée Figueroa, quien se declaró culpable en enero de este año por las muertes de Ochoa López y su bebé Yovanny Jadiel López, conocerá su sentencia este miércoles.
Según la fiscalía del condado Cook, Clarisa y Desirée Figueroa fueron las responsables de matar a Ochoa López, de 19 años, el 23 de abril de 2019, luego de engañarla con promesas de regalarle ropa para su bebé no nacido a través de una página para mujeres embarazadas en Facebook.
La policía arrestó a ambas mujeres el 14 de mayo de 2019 en su casa, mientras estaban limpiando una alfombra.
En una esquina de la vivienda encontraron restos de Ochoa López, según documentos de la fiscalía.
De acuerdo con la investigación, Clarisa buscaba quedarse con el bebé de Ochoa López, quien murió meses después, en junio de 2019 luego de sufrir daños cerebrales.
Una tercera persona involucrada en el crimen, Piotr Bobak, de 44 años, a quien identificaron como el ahora exnovio de Desirée, se declaró culpable en enero de 2023 de un cargo reducido de obstrucción a la justicia tras ser señalado como el responsable de encubrir el asesinato de Ochoa López.
Los fiscales habían dicho que Bobak limpió la escena del crimen y afirmó que el bebé era su hijo en un intento por obtener donaciones caritativas.
Luego de cumplir 4 años en la cárcel, Bobak cumplió un periodo bajo libertad supervisada antes de ser deportado a su país natal de Polonia.
