WASHINGTON — Muchos estadounidenses se mantienen escépticos sobre los vehículos eléctricos debido a los altos precios y la escasez de estaciones de recarga, revela una encuesta. Un 40% de ellos dice que podría cambiarse a ese modo de transporte, pero el fin de la afinidad por los vehículos a gasolina no parece inminente.
El sondeo de The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research y el Instituto de Políticas Energéticas de la Universidad de Chicago muestra que el plan del gobierno estadounidense de aumentar las ventas de vehículos eléctricos podría encarar la resistencia de los consumidores. Solo un 8% de los adultos en Estados Unidos dice que ellos o alguien de su familia tiene un vehículo eléctrico y solo un 8% dice que alguien de su familia tiene un vehículo híbrido.
Incluso con créditos impositivos de hasta $7,500 dólares por la compra de un vehículo eléctrico, será difícil persuadir a los consumidores a que abandonen sus autos a gasolina y compren unos que sean menos contaminantes.
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Las automotrices están invirtiendo miles de millones de dólares en fábricas y baterías a fin de agilizar la transición hacia vehículos eléctricos, con el propósito de reducir la contaminación y combatir el cambio climático. Bajo una propuesta de la Agencia de Protección Ambiental, aproximadamente dos terceras partes de las ventas de automóviles en 2032 serían de vehículos eléctricos, y el presidente Joe Biden ha fijado una meta de hacer que la mitad de todas las ventas sean de vehículos eléctricos para el año 2030.
Pero solo un 19% de los adultos en Estados Unidos dice que es “muy” o “extremadamente” probable que compre un vehículo eléctrico la próxima vez que compre un carro, según el sondeo, 22% dice que es algo probable y 47% dice que es poco probable.
Un 60% dice que una razón importante de su escepticismo es el alto costo de los vehículos, mientras que un 25% dice que esa es una razón menor. Solo un 16% dice que el alto costo no es un factor de su reticencia para comprar un vehículo eléctrico.
Un vehículo eléctrico nuevo, en promedio, cuesta más de $58,000 dólares, un precio muy por encima de lo que puede pagar una familia estadounidense común. (El precio promedio de un vehículo a gasolina es de menos de 46.000 dólares). Los créditos impositivos aprobados el año pasado como parte de la Ley de Reducción de la Inflación buscan bajar los precios y atraer a más compradores.
Krisher reportó desde Detroit. La encuesta AP-NORC abarcó 5,408 adultos y se realizó entre el 31 de enero y 15 de febrero usando una muestra AmeriSpeak, representativa de toda la población estadounidense, y entrevista con paneles por internet. Tiene un margen de error de +/- 1.7 puntos porcentuales. El panel de AmeriSpeak es convocado al azar mediante métodos basados en direcciones postales, y los encuestados fueron luego entrevistados por internet o por teléfono.