Un oficial de la Policía del Capitolio de Estados Unidos ha sido imputado bajo cargos de obstrucción de la justicia luego de que presuntamente ayudara a esconder evidencia de la participación de un individuo en el ataque al edificio federal registrado el 6 de enero.
El agente, Michael A. Riley, es acusado de decirle a uno de los asistentes de la insurrección que quitara las publicaciones de Facebook que lo mostraban adentro del Capitolio durante el asalto, de acuerdo a documentos de la corte.
Tiene pautado comparecer más tarde este viernes en una corte federal en Washington.
Riley fue uno de los uniformados que respondió al reporte de una bomba casera el 6 de enero y ha formado parte de la corporación por 25 años. Según la imputación en su contra, en uno de los mensajes enviados al insurgente, Riley le habría dicho que era uno de los oficiales de la policía “que está de acuerdo con tu postura política.”
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La acusación detalla cómo Riley envió docenas de mensajes a una persona no especificada, incentivándola a que removiera fotos y videos incriminatorios y diciéndole sobre cómo el FBI estaba investigando para fichar a los participantes en el ataque.
No estuvo claro de inmediato si el agente tenía un abogado que podía comentar sobre los cargos en su contra.
Su arresto y la acusación de que un oficial activo de la Policía del Capitolio estaba tratando de obstruir la investigación del ataque es particularmente notable porque muchos de sus colegas fueron golpeados brutalmente durante el violento episodio.
Decenas de oficiales de la policía quedaron ensangrentados y amoratados luego de que la turba de seguidores del expresidente Donald Trump, armada de palos, bates y spray contra osos, irrumpió en el Capitolio, abrumando rápidamente a la fuerza policial.
Más de 600 personas enfrentan cargos en relación con el ataque del 6 de enero, que buscaba impedir la certificación de los resultados de las elecciones presidenciales de noviembre.
Un análisis de The Associated Press sobre los documentos de la corte encontró que al menos 49 acusados intentaron borrar fotos, videos y mensajes telefónicos y en redes sociales inculpatorios.
Riley le dijo al participante que la escena fue un total “espectáculo de mier**”.
“Me alegra que saliste de ahí ileso. Tuvimos más de 50 oficiales heridos, algunos mal”, escribió el uniformado, según la denuncia.
Cuando el insurgente dijo a través de mensajes que no creía que había hecho nada mal, Riley respondió, de acuerdo con los documentos de la corte: “La única cosa que puedo ver es que tú entraste al edificio y que tienen prueba de que serás acusado. Siempre puedes articular que no tenías a dónde ir, pero eso es para la corte.”
Más tarde ese enero, luego de que los dos hablaran sobre su amor por la pesca, Riley le dijo al hombre que se dejara las redes sociales.
“Están arrestando a docenas de personas a diario”, escribió. “A todo el que estaba en el edificio. Que participó en actos violentos o en destrucción de propiedad y están siendo acusados federalmente con crímenes.”
No es fácil hacer desaparecer contenido digital. No basta con solo borrar el contenido de teléfonos, las redes sociales o cerrar las cuentas. Los investigadores han logrado rescatar contenido pidiéndoselo a las compañías de redes sociales, aún cuando las cuentas han sido eliminadas. Las publicaciones hechas en Facebook, Instagram y otras plataformas son recuperables por un cierto periodo de tiempo y las autoridades suelen pedirle a estas compañías que preserven los récords hasta que obtengan órdenes de la corte para ver las publicaciones.
Pese a las críticas iniciales de que la Policía del Capitolio no hizo lo suficiente para detener a los atacantes, Riley es el primer uniformado de la fuerza en ser acusado con un crimen relacionado a la insurrección.
En septiembre, la policía del Capitolio dijo que las autoridades habían recomendando acción disciplinaria en seis casos, tras una revision interna de la conducta de varios oficiales durante el ataque del 6 de enero. La oficina de responsabilidad profesional del departamento había abierto 38 investigaciones internas y logró identificar a 26 de los oficiales implicados, indicó la policía en un comunicado en ese entonces. En 20 de esos casos, no se encontró ofensa alguna.
No estuvo claro de inmediato si Riley estuvo entre los oficiales a los que se recomendó acción disciplinaria.