La figura más intrínsecamente ligada a Amazon, su fundador y todavía consejero delegado (CEO), Jeff Bezos, aprovechó este martes la presentación de unos resultados anuales de récord, con $21,331 millones de beneficio, para adelantar que abandonará el cargo en verano.
El hombre más rico del mundo según la lista Forbes, se convertirá entonces en presidente ejecutivo de la firma y cederá el primer puesto a Andy Jassy, de su máxima confianza y que actualmente dirige el segmento de negocio más rentable de la firma, la plataforma de computación en nube Amazon Web Services (AWS).
"Cuando miras nuestros resultados financieros, lo que en realidad estás viendo son los resultados acumulados y a largo plazo de la invención. En este momento, veo a Amazon con más inventiva que nunca, lo que supone las condiciones óptimas para llevar a cabo esta transición", apuntó el propio Bezos en una carta a los inversores.
CENTRADO EN OTROS PROYECTOS
Desde su futuro puesto como presidente ejecutivo, Bezos seguirá teniendo influencia en la toma de decisiones de la compañía, pero no estará tan presente en el día a día y tendrá más tiempo para, según él mismo indicó, centrarse en otras iniciativas tanto filantrópicas como de gestión de sus otras empresas: Blue Origin y el diario The Washington Post.
Por su parte, Jassy, que entró a trabajar en Amazon en 1997 -sólo tres años después de la fundación de la empresa- dirige desde su creación AWS, líder destacada en la industria de la computación en nube por delante de competidores como Azure de Microsoft y Google Cloud.
De 53 años, educado en Harvard y originario del estado de Nueva York, el futuro máximo responsable del día a día en Amazon ha mantenido hasta la fecha un perfil más bien discreto, siempre a la sombra de Bezos.
AMAZON DUPLICA BENEFICIOS
La compañía hizo coincidir el anuncio del cambio de consejero delegado con la presentación de resultados correspondientes al conjunto de su año fiscal 2020, en que obtuvo unas ganancias netas de $21,331 millones, casi el doble de los $11,588 millones logrados en 2019, gracias al gran impulso de las compras por internet a consecuencia de la pandemia de COVID-19.
Durante los pasados 12 meses, la empresa facturó $386,064 millones, un 38% más, mientras que los accionistas de la firma se embolsaron $42.64 por título, frente a los $23.46 de hace un año.
A la par que veía crecer su negocio, Amazon incrementó significativamente la deuda a largo plazo a través de 2020, que ahora se sitúa en los $31,816 millones frente a los $23,414 con los que cerró el ejercicio de 2019.
AWS, EL MÁS RENTABLE
El segmento de negocio que dirige el futuro consejero delegado de la empresa, AWS, aumentó la facturación durante el pasado año un 30% hasta los $45,370 millones, y contribuyó, con $13,531 millones, a más de la mitad del beneficio neto de la compañía.
Al margen de la computación en nube, el negocio base de Amazon, el comercio en línea, sigue teniendo su principal mercado en Norteamérica, donde facturó en el conjunto de 2020 un total de $236,282 millones, un 38.4% más que en el ejercicio anterior.
En el resto del mundo, los ingresos de Amazon fueron de algo menos de la mitad, $104,412 millones, lo que implica un crecimiento del 39.7%.
Los resultados de la empresa y el anuncio de cambio en lo más alto de la dirección animaron a los inversores en Wall Street, y las acciones de la firma subían un 1.78% hasta los $3,440.19 por título en las operaciones electrónicas posteriores al cierre de los parqués neoyorquinos.