SAN DIEGO - Con mochilas llenas de sueños e ilusiones, familias y niños migrantes comenzaron a llegar a un albergue en San Diego este jueves en la tarde.
Según nos dijeron, todos estuvieron en los campamentos entre los muros fronterizos de San Diego y Tijuana.
“Tuvimos que pasar cosas muy feas que yo nunca había pasado en mi vida”, reconoció uno de ellos ante nuestras cámaras, aunque prefieren no compartir sus nombres para no afectar sus procesos migratorios.
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Tras la larga travesía y huyendo de presuntas amenazas en su país, estos dos colombianos arribaron al refugio de Mission Valley.
“Aquí supuestamente nos iban a dar una noche, pero ya estaba lleno, entonces tocaba esperar como tres horas para que nos transfieran a otro hotel… mejor salimos a descansar, pero eso ya por cuenta de nosotros”.
Pero a pesar del cansancio, en este otro punto el sentimiento fue de felicidad y alivio al llegar a los albergues temporales. Algunos eran transportados en autobuses particulares a otro refugio.
“Después de estos días de angustia, de no saber qué pasaba: si nos devolvían o pasábamos, pues sí contento”, reconoció otro migrante que venía de Colombia.
Nos contaron que no pasaron por la conocida entrevista de miedo creíble, es decir, que el proceso dentro de las oficinas de CBP, fue una revisión de sus huellas dactilares.
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“Sí solo eso solo eso… y ya o sea nos entregaron los papeles y ya salimos… nos montaron en un bus y nos dejaron acá”.
En los documentos que cargaban se estipula que tienen 60 días para programar una cita para presentarse en una oficina de la agencia de ICE cerca de su destino final.
“¿Planeas hacerlo tú?”, le preguntamos
“Claro pues este país le está dando a uno la oportunidad de hacer las cosas bien, legalmente pedir sus papeles, pues es lo mejor presentarse y definir su situación acá ya si le dan la oportunidad o no".
Pero mientras eso sucede, esta noche descansan sabiendo que están un paso más cerca del tan anhelado sueño americano.
