WASHINGTON DC - El presidente Joe Biden presentó este jueves un nuevo paquete presupuestal para programas sociales de costo reducido, valorado en unos $1.75 billones, con el que espera conseguir el apoyo de las alas moderada y progresista del Partido Demócrata.
Biden necesita el apoyo de todos los senadores demócratas para aprobar su proyecto ya que el Senado está dividido 50-50 con los republicanos; un empate en la Cámara Alta forzaría a la vicepresidenta Kamala Harris a emitir el voto final.
“Es un programa responsable desde el punto de vista fiscal”, dijo este jueves Biden durante un discurso desde la Casa Blanca. “Esto es una inversión histórica en nuestra nación y nuestro pueblo”, agregó.
El plan mantiene las inversiones en el clima y la educación infantil que estaban previstas en el proyecto inicial de $3.5 billones, pero deja fuera la garantía de una licencia familiar y de maternidad pagada a nivel nacional, y enfría las expectativas de un plan de residencia legal o ciudadanía para inmigrantes indocumentados.
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Las disputas entre demócratas sobre el gran proyecto de política interior detuvieron la aprobación de un paquete de $1 billón para caminos, banda ancha y otros proyectos de infraestructura que el Senado aprobó con los votos de ambos partidos.
Los legisladores demócratas del ala progresista querían leer los detalles del gran proyecto de política interior antes de dar su voto a la medida de infraestructura.
LOS DETALLES DEL NUEVO PLAN DE BIDEN
El paquete, anunciado este jueves por la Casa Blanca, mantiene una inversión de $555,000 millones en la lucha contra la crisis climática, sobre todo a través de incentivos fiscales para el uso de fuentes de energía limpias.
Otros $400,000 millones se destinarán a la educación gratuita para los niños de entre 3 y 4 años, los dos años previos al ingreso a la escuela primaria; y $200,000 millones más permitirán ampliar un año más los créditos fiscales para los estadounidenses de menores ingresos que tienen hijos.
También incluye inversiones en seguros médicos y vivienda asequible para personas de bajos ingresos, pero deja fuera un pilar clave de lo que había sido la agenda de Biden, la garantía de una licencia remunerada por maternidad o paternidad, un derecho que en EEUU no está garantizado a nivel federal.
El plan de Biden deja la puerta abierta a añadir otros $100,000 millones que se destinarían a inmigración, pero todo apunta a que irían a parar a gastos de visados y no a la regularización de millones de indocumentados, como querían inicialmente los demócratas.
IMPUESTOS A LAS GRANDES EMPRESAS, LA CLAVE PARA FINANCIAR EL PLAN DE BIDEN
La financiación del plan de gasto de Biden se basa en la imposición de una tasa del 15% para las grandes empresas, dentro del acuerdo global de un impuesto mínimo internacional a las multinacionales.
“Tenemos que dejar de construir la economía de arriba hacia abajo”, dijo Biden.
Asimismo, aumenta un 5% los impuestos para las personas con ingresos superiores a $10 millones; y 3% adicional para las de más de $25 millones.
Penaliza, por otro lado, con un 1% la recompra de acciones por parte de las grandes empresas, mecanismo utilizado para elevar el precio de los activos.
Queda fuera, finalmente, la propuesta de aplicar impuestos a los multimillonarios, quienes ganan más $100 millones al año o cuyos activos están valorados en más de $1,000 millones, y que habría afectado a magnates como Elon Musk o Jeff Bezos.
“Por demasiado tiempo la gente trabajadora de este país se ha quedado por fuera de este convenio, yo me postulé diciendo que era hora de recortar la carga para la clase media. Esta agenda es lo que los estadounidenses aprobaron con sus votos”, cerró Biden.