SACRAMENTO – Una hispana comparte su historia y la lucha contra el alcoholismo, enfermedad a la que se enfrentó desde muy temprana edad.
Luz cuenta que su primer contacto con el alcohol fue a los 13 años.
“Yo vengo de una familia donde estamos muy afectados por el alcoholismo. En la casa siempre había alcohol y siempre festejaban con alcohol o todos los días tomando su cerveza, ver ese ambiente sin pensar que era algo malo”, cuenta la mujer.
Agrega que esa normalidad la hizo caer en un ciclo.
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“Llegué a estar en la prostitución para conseguir dinero”, continúa.
A los 23 años migró de México a EEUU, pero los nuevos retos agravaron su problema.
“Me vine para acá pensando que yo iba a estar mejor, que iba a cambiar todo, pero no fue así. Entonces yo decía, es que extraño mucho a mi familia, es que estoy en este país, es que no hablo inglés, es que no tengo papeles”, se lamenta.
Lo que ella ahora llama una justificación, la llevó a perder todo.
“Perder todo para mí era perder tu dignidad, perder el interés de vivir, el interés de ser una persona”, continúa.
El consumo del alcohol ha sido normalizado, está presente en cada esquina y muchos no se dan cuenta que podría ser el inicio de una enfermedad.
Las estadísticas indican que el alcohol mata a más hombres pero un informe publicado en ‘Jama Network Open’, asegura que la tasa de mortalidad relacionada con el alcohol entre las mujeres ha ido en aumento 14.7% frente a 12.5% en hombres.
Existen organizaciones como Alcohólicos Anónimos (AA) que realizan esfuerzos para reducir estigmas que desalientan a los afectados para pedir ayuda.
“La mujer hispana estaba catalogada, o está catalogada como una comunidad remota por la cultura, porque a veces es difícil poder alcanzarla. Porque no las dejan ir a la reunión, porque es como mucha vergüenza el sentirte que eres un alcohólico”, indica Raymundo, voluntario del Comité de Información Pública de AA.
Luz asegura que efectivamente, sintió esa vergüenza.
“Yo pensaba que era la única y precisamente por eso le da a uno mucha vergüenza, pero no, realmente cuando conoces más personas, mujeres que tienen un fondo hasta más fuerte que el mío, te quedas así como que igual y eso pues me llamaba mucho la atención y me daba esa esperanza”, agrega Luz.
Esa esperanza es un cambio de vida por ella, por su familia y por su salud, ya que los riesgos pueden llegar a ser mortales.
“Cirrosis es lo peor que puede pasar cuando alguien toma alcohol. Afecta tantos órganos, al cerebro, su estómago, causa gastritis, puede afectar los riñones. Si es tu primera vez sabiendo que tienes cirrosis y estás hospitalizado muy grave, te consideran para un trasplante de hígado”, indica la doctora Yesenia Ramos, gastroenteróloga en UC Davis.
El hospital UC Davis lanzó un programa de transplante de hígado este verano, 10 pacientes lo han recibido, cuatro de ellos son hispanos.
El objetivo es salvar vidas antes de que ocurra una tragedia, antes de perderse a si mismo, por lo que buscar ayuda es crucial.
“Si ellas piensan que tienen depresión o ansiedad o ellas solas piensan que a lo mejor tienen algún problema de alcohol, que no tengan vergüenza y sí hablen de esto con su doctor”, puntualiza la doctora Ramos.
“Tenemos una solución que nos ha funcionado, porque no dársela también a ellos, es lo que AA es”, aseveró Raymundo.
Ejemplo de ello es Luz, quien hace 13 años asistió a su primera plática de AA, ahora funge como voluntaria del programa y quiere que más personas como ella salgan de “las garras del alcohol”.
“Yo con todo el amor comparto para que no vivan lo que yo viví. Te puedes ahorrar muchos años de dolor y sufrimiento. Mereces darte la oportunidad, empiezas a sentirte viva”, concluyó Luz.