WASHINGTON - Un grupo de unos 50 inmigrantes, entre ellos padres con sus pequeños, acudió este miércoles hasta la residencia de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, para pedir que interceda por los derechos de los indocumentados y de quienes aspiran a migrar hacia este país.
Al grito de "Kamala, escucha, estamos en la lucha", los manifestantes clamaron por el fin de las deportaciones y la detención de los inmigrantes menores de edad, así como por una vía que garantice un estatus legal o la nacionalidad a millones de indocumentados y a los trabajadores considerados esenciales.
"Por favor, pare las deportaciones, dé algún permiso de trabajo, una ciudadanía, algo, porque nosotros estamos en este país y yo creo que no le hacemos daño a nadie, sino que venimos a trabajar y a salir adelante por nuestros hijos", pidió Verónica Gasca a la vicepresidenta, a quien el presidente estadounidense, Joe Biden, encomendó la misión de frenar la migración irregular desde Centroamérica.
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Gasca, de 28 años, llegó a Estados Unidos con solo 11 para reunirse con su padre, pero cuando llegó descubrió que había sido deportado a su natal México.
Acompañada por sus dos hijas nacidas en Estados Unidos, no pudo contener las lágrimas cuando recordó que no ve a su padre desde hace 15 años. Además, se conmovió ante la posibilidad de que ella misma pueda ser expulsada del país.
“Puede ser que el día de mañana yo salga y me lleguen a arrestar o a deportar y ¿con quién se quedan ellas?”, se preguntó.
Por eso, pidió a Biden una reforma migratoria y que permita que los niños migrantes detenidos puedan reunirse con sus familias.
Otro de los asistentes a la manifestación era Nelson Vega, un nicaragüense de 33 años y que hace un mes logró entrar a Estados Unidos después de esperar durante un año y medio en México.
Vega tuvo que quedarse en México debido al programa Protocolos de Protección a Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés), instaurado por la administración de Donald Trump y que obligó a los solicitantes de asilo a esperar en México mientras su petición de acogida se tramitaba en Estados Unidos.
Este inmigrante acudió a la manifestación para pedir que se permita aguardar en Estados Unidos a todos los que se vieron afectados por el programa MPP, que el gobierno de Biden empezó a desmontar desde su primer día en la Casa Blanca.
"No soy el único, sé que este es un proceso duro, mucha gente está sufriendo como sufrí yo en México", dijo Vega, decidido a defender a quienes aún esperan en el vecino país.