WASHINGTON — Un líder de la iniciativa de los demócratas del Senado para ayudar a millones de inmigrantes a naturalizarse planteó fuertes dudas el lunes sobre sus posibilidades de éxito, lo que deja entrever que una de las prioridades del presidente Joe Biden parece en peligro de encallar en un Congreso que su propio partido controla.
Las exigencias republicanas de hacer frente al incremento en el número de niños y familias que llegan a la frontera con México, más la falta de respaldo tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado, hacen improbable que se apruebe un proyecto de ley de amplio alcance, dijo ante reporteros Dick Durbin, el segundo demócrata de mayor rango en el Senado.
“No veo una forma de concretar” una ley en este Congreso, señaló Durbin. “La quiero. Creo que es mucho más probable que tengamos que lidiar con elementos discretos” de dicho plan.
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Biden ha propuesto crear una ruta para que los aproximadamente 11 millones de inmigrantes que se encuentran ilegalmente en Estados Unidos puedan naturalizarse.
En días recientes, el número de niños y familias inmigrantes que intentan ingresar a Estados Unidos desde México ha aumentado a cifras no vistas desde antes de la pandemia de coronavirus. Los republicanos han hecho notar ese flujo a fin de contraatacar a los demócratas, que obtuvieron la aprobación de una ley de 1.9 billones de dólares de ayuda contra los efectos económicos del COVID-19 que según las encuestas ha sido muy bien recibida por el público.
En sus primeras semanas, el gobierno de Biden ha estado buscando formas de hacer menos rigurosas las duras políticas migratorias del expresidente Donald Trump, las cuales incluían separar a niños de sus familias cuando ingresaban ilegalmente a Estados Unidos para tratar de desalentar dicha práctica.
Durbin habló tres días antes de la fecha en que la Cámara de Representantes tiene previsto votar un par de proyectos de ley que impulsarían partes de la agenda de los demócratas en inmigración.
Uno de esos proyectos de la cámara baja abriría una oportunidad para que se naturalicen los llamados Dreamers (residentes de Estados Unidos traídos ilegalmente al país cuando eran niños) y gente que huye de países devastados por la guerra. El otro le facilitaría a muchos jornaleros agrícolas inmigrantes permanecer en Estados Unidos y, en algunos casos, naturalizarse.
Ambos enfrentan una difícil lucha en el Senado de 100 escaños, donde los 50 demócratas probablemente necesitarían al menos 10 sufragios republicanos.
“Creo que la presidenta (Nancy) Pelosi ha descubierto que no tiene el apoyo en la Cámara de Representantes para el proyecto de ley”, dijo Durbin sobre la cámara baja, donde la pequeña mayoría con que cuentan los demócratas los deja con sólo un puñado de votos de los que podrían prescindir. “Y creo que eso indica dónde se ubica en el Senado también”.
Momentos después, Durbin insinuó que sería difícil obtener votos suficientes para aprobar incluso esas piezas ampliamente populares de la iniciativa que la cámara baja se encamina a aprobar.
“Necesitamos votos republicanos”, agregó el senador. Hizo notar que destacados republicanos están insistiendo en que el problema fronterizo se convierta en parte de la discusión sobre los proyectos de ley, y consideró que es muy difícil saber qué hacer con los niños que llegan a la frontera.
El senador Lindsey Graham, un líder republicano en cuestiones de inmigración que ha participado en iniciativas en el pasado para alcanzar acuerdos sobre el tema, coincidió en que las perspectivas de éxito se ven poco prometedoras.
“Creo que va a ser realmente difícil, con lo que está pasando en la frontera”, les dijo Graham a periodistas.