El presidente Vladimir Putin causó preocupación mundial luego de ordenar que las armas nucleares de Rusia estén preparadas para su lanzamiento, lo que aumenta la amenaza de que las tensiones puedan convertirse en una guerra nuclear.
En una reunión que sostuvo el domingo, Putin ordenó al ministro de Defensa y al jefe del Estado Mayor que pusieran a las fuerzas de disuasión nuclear en un “régimen especial de servicio de combate” en respuesta a lo que llamó “declaraciones agresivas” de las principales potencias de la OTAN.
Al ser preguntado por un periodista sobre si los estadounidenses deberían preocuparse por una guerra nuclear, el presidente Joe Biden respondió con un categórico "no".
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EEUU Y RUSIA TIENEN LOS ARSENALES NUCLEARES MÁS GRANDES DEL MUNDO
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo este lunes que una guerra nuclear debe evitarse a toda costa y que el gobierno de Biden está analizando la orden del presidente Putin.
"En este momento no vemos razones para cambiar nuestros propios niveles de alerta. Lo he dicho muchas veces, incluso en este año, una guerra nuclear no puede ganarse y nunca debe pelearse", agregó Psaki.
Las palabras de Putin equivalen al tipo de amenaza que rara vez se escuchaba incluso durante la Guerra Fría, en la que los arsenales nucleares de Estados Unidos y de la antigua Unión Soviética —ambos de mucho mayor tamaño— amenazaban al mundo con un Armagedón nuclear.
Aunque los funcionarios estadounidenses se mostraron preocupados por las palabras de Putin, indicaron desconocer qué pretende. Sin embargo, es raro que un gobernante estadounidense o ruso emita una amenaza nuclear implícita, sobre todo en el contexto actual de la guerra en Ucrania, que no se puede descartar el riesgo de que sí adquiera un cariz atómico. En Rusia, al igual que en Estados Unidos, el presidente es el único con autoridad para ordenar un ataque nuclear.
Washington y Moscú tienen los dos arsenales nucleares más grandes del mundo, por mucho. Estos incluyen armas que pueden ser lanzadas desde aviones y submarinos, así como misiles balísticos terrestres.
La única vez en la historia que se han utilizado armas atómicas en combate fue cuando Estados Unidos bombardeó dos veces Japón en agosto de 1945, y en ese momento Washington tenía el monopolio mundial de las armas nucleares. La Unión Soviética probó con éxito su primera bomba atómica en 1949.
¿QUÉ SIGNIFICA PONER LAS ARMAS NUCLEARES EN ALERTA?
Según la doctrina nuclear de Estados Unidos, el nivel de alerta de las armas es fundamental para el papel que desempeñan en la disuasión de los ataques. La idea es que estar preparado para responder con poco tiempo de anticipación hace menos probable que un enemigo ataque en primer lugar y se arriesgue a recibir represalias que causarían un daño incalculable.
Un argumento en contra es que tener los ICBM —que el Pentágono considera la parte más sensible de su arsenal nuclear— en alerta elevada durante una crisis comprime el margen de decisión de un presidente y deja abierta la posibilidad de ordenar su lanzamiento en respuesta a una falsa alarma. Los 400 ICBM estadounidenses desplegados permanecen armados, listos para dispararse en todo momento.
Durante la Guerra Fría, las armas estadounidenses y rusas no sólo eran más numerosas, sino que también estaban en un mayor estado de presteza. En 1991, el presidente George H.W. Bush dio el paso histórico de retirar del nivel de alerta a los bombarderos estratégicos con capacidad nuclear como parte de una medida más amplia para revertir la carrera armamentística nuclear. Desde entonces, los bombarderos han permanecido fuera de alerta.
Washington tampoco dijo nada de tener evidencia de que Putin hubiera tomado medidas preocupantes, como cargar armas nucleares en toda o parte de la flota aérea con capacidad nuclear de Rusia, o enviar más submarinos con misiles balísticos al mar.
Además de su fuerza nuclear estratégica, Putin tiene al menos dos mil de las llamadas armas atómicas no estratégicas. Se les llama no estratégicas porque no pueden alcanzar el territorio de Estados Unidos, pero esto es poco consuelo para los países de Europa que están dentro del rango de esas armas. Washington tiene unas 200 armas no estratégicas en Europa; son bombas que se lanzarían desde aviones ubicados en ese continente.
Durante años, a algunos funcionarios estadounidenses les ha preocupado la posibilidad de que Putin, ante la perspectiva de perder una guerra en Europa, pudiera recurrir al uso de armas nucleares no estratégicas, pensando que así pondría fin rápidamente al conflicto bajo sus términos.