AUSTIN, Texas- El gobernador Greg Abbott anunció esta semana que Texas está preparado para distribuir medicina y la vacuna contra el COVID-19.
Texas ya tiene más de un millón de casos reportados del coronavirus y regiones como Lubbock, El Paso y Amarillo han registrado un despunte de infecciones.
“Las personas deben continuar con las prácticas de seguridad para reducir la propagación, así como en junio durante el brote, pudimos abrir los negocios. De hecho, hoy el 100% de los negocios están abiertos,” afirmó el gobernador Abbott.
De acuerdo con el gobernador, las hospitalizaciones y muertes por COVID-19 van a disminuir con los tratamientos que pronto llegarán a Texas.
La vacuna de Pfizer promete ser 90% efectiva contra el virus y podría estar disponible a finales del mes. Con esto, Abbott dijo que el Departamento de Servicios de Salud del estado ya tiene un plan de distribución rápida.
“Es importante que la gente sepa que habrá dos medicinas disponibles este mes. Una es la vacuna de Pfizer y la otra que podría estar disponible este mes es otra vacuna por Moderna,” sostuvo Abbott.
Por su parte, la compañía farmacéutica Eli Lilly también acaba de recibir aprobación para administrar bamlanivimab (LY-CoV555), tratamiento de anticuerpos que ayuda a aliviar los síntomas de la enfermedad.
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Y la farmacéutica Regeneron espera la autorización de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) para administrar su tratamiento médico de anticuerpos, que fue el mismo que se le dio al presidente Trump.
“Él (presidente Trump) se recuperó rápido del COVID y pudo seguir en su campaña, uno de los medicamentos que le administraron es el de la compañía Eli Lilly,” comentó Abbott.
Más de 2,500 médicos ya se registraron en el programa de inmunización de Texas para poder administrar la vacuna en cuanto esté disponible.
Abbott confirmó que los primeros en recibir la vacuna serían los trabajadores esenciales y las personas consideradas más vulnerables contra el virus.
