El pasado 4 de julio se vio empañado por la muerte de un pequeño de tres años que se ahogó en una alberca en Mission y nueva información pone al relieve todo lo que ocurrió previo a que el pequeño falleciera.
Arlette Del Villar, de 37 años y madre del menor, ya enfrenta cargos por poner en peligro al niño y por negligencia criminal. La fianza que enfrenta asciende a 175 mil dólares y hasta este martes permanecía confinada en la cárcel del Condado Hidalgo.
Según los documentos de causa probable, el pasado 4 de julio a las 1:59 pm policías acudieron a investigar el ahogamiento del pequeño. Al llegar encontraron a una mujer dándole compresiones en el pecho al menor, quien ya en ese momento se encontraba inconsciente.
Luego llegaron los paramédicos, quienes se hicieron cargo de la emergencia y trasladaron al niño al Hospital Regional de Mission. Finalmente el menor fue declarado muerto a las 2:40 pm.
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El niño fue hallado en la alberca por su hermana de 13 años, quien dormía y al levantarse a eso de la 1:40 pm no lo encontró. Entonces vio que la puerta trasera del hogar se encontraba abierta.
Al salir, se percató de que el cuerpo de su hermano se encontraba flotando en la alberca. En ese momento, lo sacó del agua y comenzó a darle reanimación cardiopulmonar.
Poco después, dijo la menor, su mamá llegó. La pequeña afirmó a la policía que desconocía que Del Villar había salido del hogar. Por su parte, la dueña de la casa, también dijo a las autoridades que ella tampoco sabía que la mujer había abandonado la residencia.
Hermanas menores del niño presenciaron la tragedia
Además de la niña de 13 años, la tragedia fue presenciada por otras dos menores, una de diez años y otra de siete. Todas son hermanas del pequeño cuya autopsia reveló que permaneció más de cinco minutos sin oxígeno.
Posteriormente, cuando Del Villar fue llevada a la estación de policía, confesó que el 4 de julio salió mientras la pareja dueña de la residencia dormía y sus hijos se encontraban en el interior de la casa.
La mujer, según el documento de causa probable, acudió a un hotel en compañía de otra persona y permaneció en el lugar hasta el momento de tener que entregar la habitación. Entonces, fue a un restaurante y se dirigió de regreso a la residencia donde murió el niño.
Incluso, el documento afirma que Del Villar admitió que una vez llegó al hogar volvió a irse nuevamente sin verificar cómo se encontraban sus hijos. No fue hasta que le notificaron lo ocurrido que regresó a la casa.
De todo esto, lo que más llama la atención es que la declaración jurada asegura que la mujer nunca le notificó a los adultos en la casa que se hicieran cargo de cuidar a los menores ni le avisó a nadie que saldría.