En las próximas semanas, William Ricardo Hurtado, de 34 años y estudiante de STC, se embarcará en un viaje de servicio al convertirse en un bombero certificado y a pesar de haber atravesado una gran perdida, hoy comparte su historia con el fin de inspirar a los jóvenes.
Su pasión por ayudar a los demás lo llevó a dejar a un lado la música y próximamente se estará graduando como bombero. Al ser el mayor de su clase es perfecto ejemplo de que nunca es tarde para cumplir un sueño.
“En vez de estar pensando en mí mismo, quería ayudar a otra gente”, comparte William.
Esas ganas de servir a su comunidad y el apoyo incondicional de su familia lo ayudaron a seguir adelante cuando su padre falleció. “La última cosa que me dijo antes de fallecer es que siguiera. Pase lo que pase hay que seguir el trabajo”, añade este joven bombero.
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Hurtado siempre se concentro en la música y siguió los pasos de su padre al convertirse en músico y productor.
El hacía música con el Grupo Súper Llama, en México. Ese grupo se convirtió en Grupo Control con Sergio Degollado, que es mi tío”, explica William.
Pero el destino lo llevó a ponerse el uniforme de bombero. Luego de conocer a su esposa se inspiró en su suegro, quien sirvió en la Marina. Después la pandemia lo hizo darse cuenta de su verdadero llamado, ayudar al prójimo.
Así que hizo a un lado la pena y regreso a la escuela con más de treinta años, se puso en forma y próximamente está por recibir su certificado.
“Si ya al final dices lo traté y no era para mí, está bien. Pero nunca entres a algo y no des el 100 porciento“, afirma convencido William, quien ya fue contratado por el Departamento de Bomberos de Pharr.
Dedicado a sus tres hijos, William busca darles el mejor ejemplo. Además de ser bombero, busca obtener un título de asociado en ciencias del fuego para aumentar su experiencia.
