BROWNSVILLE, Texas – John Allen Rubio, convicto por asesinato de sus hijos, regresó el lunes a la corte en el Condado Hidalgo a una audiencia de prueba relacionada a su condena en 2010.
Hasta el momento, Rubio le comentó al juez de distrito Noe González que se encuentra en un área aislada dentro del área médica de la cárcel, algo común para reos que han cometido homicidio capital.
Expertos en casos de homicidio están presentes ya que el abogado de Rubio presentó estipulaciones en relación a la evidencia en contra de su cliente.
Según las autoridades, expertos proporcionarán en esta audiencia información sobre el síndrome de alcoholismo fetal para explicar una presunta condición de Rubio. Esto es luego de que su madre, Hilda Barrientos, testificara en el 2010 que bebía alrededor de 6 cervezas diariamente mientras estuvo embarazada con su hijo.
En la corte también se encuentran presentes abogados y agentes del orden que estuvieron involucrados en el juicio de Rubio en 2010 para testificar.
Un jurado en el 2010 encontró a Rubio culpable en la decapitación de Julissa Quesada, de 3 años; John E. Rubio, de 14 meses y Mary Jane Rubio, de 2 meses, que ocurrió en marzo del 2003. Rubio fue condenado a pena de muerte.
De acuerdo a una confesión de Rubio a la policía de Brownsville, admitió haber asesinado a los niños en su hogar porque creyó que había una presencia maligna dentro ellos.
