Quienes tampoco pueden olvidar la tragedia del accidente de autobús en un pozo de caliche en Alton hace 30 años son los equipos de emergencia que respondieron al lugar de los hechos para auxiliar a los alumnos.
“Fue muy duro, muy, muy duro. Bastante de mis colegas del departamento de bomberos de Mission se acuerdan de ese día,” dijo Ricardo Saldaña, coordinador de emergencias del condado Hidalgo.
Saldaña era capitán del departamento de bomberos de Mission cuando sucedió la tragedia el 21 de septiembre de 1989.
“Uno vio, uno se impactó de eso. Fue un impacto muy grande ese día que fue uno de los peores accidentes de autobuses de escuela que había pasado en el estado de Texas,” comentó Saldaña.
El autobús escolar #6 del distrito escolar de Mission transportaba un total de 81 estudiantes cuando fue impactado por un camión repartidor de refrescos, causando la muerte inmediata de 18 estudiantes, mientras que otros tres fallecieron días más tarde en un hospital. Los rescatistas lograron salvar 60 vidas ese día.
Cesario Araguz, exjefe de bomberos de Donna, era bombero de Mission hace 30 años y hasta la fecha, le es difícil hablar sobre la tragedia que durante meses le produjo pesadilla. “Por cuatro meses tuve un sueño de una de las niñas que la miré en una cama de hospital y la estaba viendo y se levanta y me dice ¿por qué me dejaste morir?,” indicó Araguz.
Al igual que Araguz, otros bomberos y rescatistas de las múltiples agencias que respondieron al lugar del accidente recibieron ayuda psicológica para sobreponerse del trágico suceso que marcó sus vidas.
A raíz del accidente se construyó un parque en honor a las víctimas ubicado en la esquina de la Milla 5 y Bryan Rd. en donde hay un monumento conmemorativo para honrar a los estudiantes que fallecieron. Sin embargo, algunos como Araguz prefieren no visitar el área para no revivir la historia.
Local
Los 60 estudiantes que sobrevivieron y sus familias continuaron con sus vidas, pero todos quedaron marcados por la tragedia para siempre.