ALAMO, Texas- Durante los últimos días en el cargo, el presidente Trump viajó este martes a la ciudad de Alamo, Texas, para visitar una sección del muro fronterizo y destacar la construcción que se ha realizado bajo su administración.
Es su primer acto público desde la violenta toma del Capitolio la semana pasada y la segunda vez que viaja a la región del Valle del Río Grande durante su presidencia.
Entre los funcionarios que acompañaron al Presidente en el Air Force One, fueron el senador Lindsey Graham; Mark Morgan, comisionado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza; Tom Homan, exoficial de ICE; Dan Scavino, jefe adjunto de personal de la Casa Blanca; Brooke Rollins, abogada y directora interina del Concilio de Política Doméstica de la administración Trump y Judd Deere, portavoz de la Casa Blanca.
Deere dijo en un comunicado que el Presidente viajará a Alamo, Texas "para marcar la finalización de más de 400 millas de muro fronterizo, una promesa hecha, promesa cumplida, y los esfuerzos de su administración para reformar nuestro sistema de inmigración roto".
Bajo su administración, se han completado unas 450 millas de muro a lo largo de la frontera suroeste del país y, conforme al Presidente, hay alrededor de 300 millas que actualmente se están construyendo o que están por construirse.
Trump aseguró que el proyecto del muro “es lo más fuerte que puede ser” para proporcionarle protección adicional a los agentes que patrullan la frontera y dio como ejemplo que los cruces ilegales disminuyeron en un 80% en Arizona y un 90% en Texas.
“No podemos dejar que la próxima administración derrumbe lo que hemos hecho,” comentó el presidente Trump durante su discurso frente a una porción del muro fronterizo en Alamo.
El mandatario también expresó que sería un “desastre” si la próxima administración quita las políticas migratorias que se han implementado y/o hecho cumplir durante su término, por lo que hizo un llamado a que el gobierno entrante de continuidad a dichas políticas.
Cabe destacar que su viaje se dio el mismo día en el que el Congreso de Estados Unidos votaría por pasar la resolución para que el vicepresidente Mike Pence invoque la vigésimoquinta enmienda para un posible juicio político contra el mandatario tras los disturbios en el Capitolio.
"Antes de comenzar, me gustaría decir que la libertad de expresión está siendo atacada. Como nunca antes. La 25ª enmienda no tiene ningún riesgo para mí. Pero volverá para atormentar a Joe Biden y a la administración de Biden. Como dice la expresión, tenga cuidado con lo que desea," expresó el presidente Trump.
En conversación con reporteros en la Casa Blanca en horas tempranas de este martes, el mandatario saliente afirmó que su discurso a sus seguidores previo al asalto al Capitolio fue analizado y la gente lo ha considerado como “totalmente apropiado” y añadió que no quiere violencia.
Y durante su discurso frente al muro en Alamo, Trump agregó que “una multitud irrumpió en la capital y destrozó los pasillos del gobierno. Como he dicho constantemente a lo largo de mi administración, creemos en respetar la historia y las tradiciones, no derribándolas. Creemos en el estado de derecho, no en la violencia o los disturbios.”
Mientras abordaba el avión para viajar al sur de Texas, En la mañana de este martes, el presidente Trump se dirigió a la prensa mientras abordaba el avión para viajar al sur de Texas expresando lo siguiente:
“Hay inmigración ilegal y caravanas llegando a formarse si logran a pasar, por lo que el muro fronterizo ha hecho una tremenda diferencia en la frontera sur. En lo que a esto se refiere, no queremos violencia y en el juicio político hay una continuación de la más grande caza de brujas de la historia de la política, ridícula, tremenda ira, haciéndolo y realmente una cosa terrible que están haciendo. Para que Pelosi y Schumer sigan el camino de tremendo peligro para país y tremenda ira. No quiero violencia.”