TAPACHULA - Una inédita caravana de cerca de 15,000 migrantes, la más numerosa hasta ahora, partió este lunes de Chiapas, en la frontera sur de México, rumbo a Estados Unidos, con el trasfondo de la Cumbre de las Américas, que empieza con la migración como prioridad.
Reportes de los activistas que acompañan a los migrantes, la mayoría de nacionalidad venezolana, aseguran que viajan familias enteras y que hay más de 3,000 niños y al menos un centenar de mujeres embarazadas.
Los migrantes envolvieron a sus hijos en plásticos, los arroparon en sus carreolas, en carritos del super y emprendieron temprano su marcha al lado de miles que como ellos quieren llegar a Estados Unidos.
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EN LA LUCHA POR UNA NUEVA VIDA
Crisman Javier forma parte del grupo y lleva en la espalda sus únicas pertenencias y a su lado la razón que lo impulsó a dejar atrás todo.
"Me traje a mis dos niños, a mi esposa y a mi perro, que es miembro de la familia y no lo puedo dejar abandonado", detalla Crisman Javier.
El activista Luis Villagrán va al frente de la movilización. Desde hace semanas había anunciado que iniciarían su marcha con la intención de cruzar México, ya que todos estos extranjeros estaban varados en Chiapas, donde ya no hay espacio para más.
“Consideramos que hay arriba de 15,000 migrantes”, dice Villagrán.
Los representantes de migración y de la Guardia Nacional implementaron un operativo de vigilancia; trataron de convencer a los participantes de no avanzar pero ante el número solo los vieron pasar y mantuvieron el orden.
Los integrantes de la caravana anticiparon que cada día irán avanzando un poco, pero quedarán abiertos a detenerse cuando las autoridades mexicanas se comprometan a tramitarles los permisos para transitar legalmente por el país.
Impulsado por la fe, Ramón González recorrió este día más de 12 millas y dice que sus muletas no serán un obstáculo para alcanzar su objetivo.
"Si hemos caminado las selvas, si hemos pasado todo esto, Dios tiene algo bueno para nuestras familias", dijo González.
en tanto en la estación migratoria de Tapachula se amotinó un grupo de migrantes que estaban detenidos. Algunos subieron al techo mientras otros brincaron las bardas, usaron como base un camión y desde ahí arrojaron incluso a sus niños para luego escapar corriendo.