Acapulco, México.- Con alrededor de 5 mil tamales, 1,550 pies de largo (475 metros líneales), diferentes sabores y siguiendo las tradiciones populares, en la Ciudad Costera de Acapulco se realizó el tamal ensamblado más grande del mundo, con lo cual se buscará entrar al récord Guinness el próximo año.
“Es la primera vez que se hace este evento y me encantó, pero quiere que se hagan más tamales, yo sola hice 200”, dijo a EFE, Rangelis Arzaga, participante del primer Festival del tamal en Acapulco.
El día de la Candelaria, es una de las tradiciones más importantes de México, luego de que esta data desde la llegada de los españoles al territorio mexica.
Durante la Conquista y evangelización, los frailes mezclaron las tradiciones prehispánicas y católicas, dando paso a ritos con características únicas, dejando los tamales parte de la festividad de la Candelaria, la cual se lleva a cabo después del día de reyes.
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Tamales tradicionales como lo son los rojos y verdes de pollo y puerco, vistieron a la Costera Miguel Alemán, una de las principales calles del puerto, aunque también la variedad de este platillo típico se hizo presente.
Pez vela, mejillones, frijol, queso, chipil, hierba santa y dulce, fueron las combinaciones que hicieron los participantes de este festival, donde restauranteros, hoteleros, instituciones no gubernamentales, estudiantes, y cocineras tradicionales de tamales pudieron romper el récord.
“Se pretende hacer un rescate de las tradiciones, también se propone reunir a las familias de Acapulco y a los turistas que nos acompañan para realizar actividades de sano esparcimiento”, comentó la secretaria de Desarrollo Social, Milly Janeth Ramírez Olmedo, esto luego de que la Perla del Pacifico, se ha caracterizado a lo largo de los años por su vida nocturna y sus playas doradas.
Entre los presentes, los turistas extranjeros llamaron la atención de los espectadores, ya que su asombro por este platillo envuelto en hoja de plátano, era único.
“Es algo impresionante, no sé de que sea pero quiero más”, se decían entre ellos los turistas de nacionalidad italiana.
Para Ángel, un turista de la Ciudad de México, la experiencia de la primera vez en el puerto fue inigualable al probar tamales de mariscos, ya que en su lugar de origen no son muy comunes, “los de almeja con adobo rojo, fueron mis favoritos, lastima que se acabaron”.
De manera gratuita y con una inversión de alrededor de 300 mil pesos, los tamales fueron degustados por los cientos de personas que se dieron cita desde muy temprano para poder saborear de esta comida.
“Desde las 4:30 de la tarde llegamos para agarrar un buen lugar y nos toquen más tamales, porque si huelen muy ricos”, dijo la Acapulqueña Diana Laura Ramos que junto con sus amigas estaban ansiosas por probar cada uno de los sabores.
Dentro de los presentes, se pudo ver a personas que queriendo ayudar al medio ambiente utilizaron las hojas del mismo tamal como plato de comida, “No pasa nada si te comes un tamal en plato o en la mano, el chiste es pasar un rato agradable con la familia”, enfatizó, José Luis Hernández”.
“He constatado de manera consecutiva que son 475 metros lineales los que han medido este recorrido en la Costera”, constató el notario público número 13, Arturo Betancourt Sotelo, quien certificó el acontecimiento histórico.
