MÉXICO - Las sonrisas y alegrías duraron poco tiempo tras firmar el tratado comercial. Por eso, México envió a su representante a Estados Unidos para llevarles un claro mensaje.
“¡Oigan, los agregados no tienen la autorización de México, ¿eh?”, afirmó el canciller mexicano Marcelo Ebrard.
El funcionario explicó que la inquietud surgió luego de que el gobierno del vecino país del norte propuso que cinco inspectores laborales viajaran cada seis meses a México, lo que de inmediato rechazó el gobierno de esta nación.
"Entonces, oíganme, me hubieran dicho antes de que lo publicaran. De fondo, México no va a autorizar agregados", dijo Ebrard.
Los representantes de este país descartaron que el tratado tal y como se firmó el 10 de diciembre haya sufrido cambios, pero confirmaron que nadie les notificó sobre esa resolución.
"Esto sale de manera clandestina, aunque tienen derecho, porque es un país libre, soberano de presentar sus iniciativas", admitió el presidente Andrés Manuel López Obrador.
México
En ese marco, el subsecretario de Relaciones Exteriores para América del Norte se reunió en Washington D.C. con el representante comercial estadounidense, quien le aclaró que los agregados no desempeñarán funciones de inspectores y se regirán por las leyes del lugar en el que están.
"El gol no es gol, es algo interno de ellos", aseguró el subsecretario Jesús Seade.
Según el proyecto estadounidense, ese personal colaborará con sus contrapartes mexicanas en la implementación de la reforma laboral, incluyendo la asistencia técnica y el desembolso de fondos para la construcción de capacidades.
El gobierno mexicano indicó que ambas naciones acordaron que los únicos verificadores de los avances de las reformas en materia laboral y posibles violaciones a los derechos de los trabajadores serán panelistas independientes como fue acordado en el tratado.
Y descartaron que el documento firmado contenga letras chiquitas de las que surjan nuevas sorpresas.