La Casa Blanca afirmó este lunes que está siguiendo de cerca los apagones que ha sufrido Cuba en los últimos días y no descarta proporcionar ayuda a la isla, aunque precisó que el régimen cubano no ha solicitado asistencia.
En una rueda de prensa y preguntada por EFE, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, explicó que el gobierno de Biden está "monitoreando de cerca" la situación energética en la isla.
"Nos preocupa el posible impacto humanitario sobre el pueblo cubano. Como hemos visto en los últimos años, las condiciones económicas de Cuba, derivadas de una prolongada mala gestión de sus políticas y recursos, han aumentado sin duda las dificultades de la población cubana", afirmó.
Jean-Pierre enfatizó además que Estados Unidos "no es responsable" de los apagones ni de la situación energética general en Cuba, contradiciendo a las autoridades cubanas, que han culpado al bloqueo comercial que Washington mantiene sobre la isla desde hace más de seis décadas.
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La portavoz explicó que Cuba "no ha solicitado ninguna ayuda hasta el momento", aunque no descartó proporcionarla en el futuro si lo hacen. En caso de que se produjera tal solicitud, detalló, la administración estadounidense "evaluaría los siguientes pasos más adecuados".
El Sistema Eléctrico Nacional (SEN) de Cuba se encuentra en un estado muy precario por la escasez de combustible -fruto de la falta de divisas para importarlo- y las frecuentes averías en las obsoletas centrales termoeléctricas, con cuatro décadas de explotación y carencia crónica de inversiones.
Los apagones son habituales desde hace años pero la situación se ha agravado en las últimas semanas. En los últimos días se han registrado jornadas con tasas de afectación máxima superiores al 50 %, esto es, momentos en que la mitad del país estaba simultáneamente sin corriente.
Mundo
Los frecuentes apagones dañan la economía cubana -que en 2023 se contrajo un 1.9 %- e impulsan el descontento social en una sociedad afectada por una crisis económica agravada en los últimos años.
También han sido el detonante de protestas antigubernamentales, incluidas las del 11 de julio de 2021 -las mayores en décadas-, las de Nuevitas y La Habana en agosto y septiembre de 2022, y las del pasado 17 de marzo en Santiago de Cuba y otras localidades.
Según indicó este lunes la ONG Justicia 11J, en los últimos tres días se ha registrado al menos 28 protestas menores en siete provincias de Cuba, aunque concentradas mayoritariamente en La Habana.