SYDNEY — La policía identificó al agresor que apuñaló y mató a seis personas en un concurrido centro comercial de Sydney antes de que un oficial de policía le disparara fatalmente.
La policía de Nueva Gales del Sur dijo este domingo que Joel Cauchi, de 40 años, fue responsable del ataque del sábado por la tarde en el centro comercial Westfield en Bondi Junction, en los suburbios del este de la ciudad y no lejos de la mundialmente famosa Bondi Beach.
La policía dijo este domingo que Cauchi sufría problemas de salud mental y los investigadores policiales no estaban tratando el ataque como relacionado con el terrorismo.
En el ataque murieron seis personas, cinco mujeres y un hombre. Otras 12 personas resultaron heridas, entre ellas un niño de 9 meses.
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Los ocho heridos fueron atendidos en hospitales y el bebé estaba siendo operado, indicó la comisaria, Karen Webb, que añadió que era demasiado pronto para conocer su estado.
“Estamos seguros de que no hay ninguna amenaza en curso y de que estamos tratando con una persona que ya ha fallecido”, dijo Webb en una conferencia de prensa. “Este no es un incidente terrorista”.
La inspectora de policía, una oficial de alto rango, estaba sola cuando se enfrentó al sospechoso poco después de llegar al lugar, “salvando la vida de varias personas”, afirmó Cooke.
La oficial “mostró un enorme coraje y valentía”, dijo Webb.
“Si ella no hubiera disparado, él habría seguido adelante y no sé cuánto más habría hecho”, dijo otro testigo a 7News, hablando de la oficial.
Un video mostró varias ambulancias y coches de policía alrededor del centro comercial y a gente saliendo en masa de su interior.
Los paramédicos estaban tratando a pacientes en el lugar.
Un testigo, Roi Huberman, que trabaja como ingeniero de sonido para ABC, contó a la televisora que se refugió en una tienda durante el incidente.
“Y de pronto escuchamos un disparo, o quizás dos, y no sabíamos qué hacer”, afirmó.
“Entonces, una persona muy capaz de la tienda nos llevó a la parte de atrás, que se puede cerrar con llave. Luego cerró la tienda y nos dejó salir por detrás y ahora estamos fuera”.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, declaró que “este fue un acto de violencia terrible que apuntó indiscriminadamente a personas inocentes que iban en un sábado normal haciendo sus compras... Hoy Bondi Junction fue escenario de una violencia terrible, pero también fue testigo de la humanidad y el heroísmo de los australianos, de nuestra valiente policía, de nuestros equipos de rescate y por supuesto de personas comunes que jamás se imaginaron que pasarían por un momento así”.
La familia real británica, que también es realeza en Australia, expresó su conmoción y tristeza por los apuñalamientos.
El rey Charles III dijo que él y su esposa, la reina Camilla, estaban “completamente conmocionados y horrorizados” por el “ataque sin sentido” en Sydney y que sus “corazones están con las familias y los seres queridos de aquellos que han sido asesinados tan brutalmente”.
El hijo mayor del rey, el príncipe William, y su esposa Kate, princesa de Gales, dijeron que ellos también estaban “conmocionados y entristecidos” y que sus pensamientos están con los afectados y con los “heroicos socorristas de emergencia que arriesgaron sus propias vidas para salvar a otros”.