MOSCÚ - El trágico siniestro del avión del líder del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, dos meses después de que se sublevara contra el Kremlin, deja muchas preguntas sin responder, aunque algunas voces acusan abiertamente al presidente VladImir Putin de estar detrás de la catástrofe aérea.
"La impresión era de que iba a acabar mal, porque (el Kremlin) no lo perdona", comentó al digital Meduza una fuente próxima a la Presidencia rusa.
La fuente se refería así a la fallida rebelión de Wagner contra el Kremlin el pasado mes de junio, cuando Putin advirtió de que los "traidores" que organizaron el motín "responderán por ello".
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Mientras, el presidente ruso Vladimir Putin rompió el jueves su silencio sobre la caída del avión que mató a líderes del grupo de mercenarios Wagner, expresando condolencias por los que estaban a bordo, entre ellos al líder mercenario Yevgeny Prigozhin.
Putin formuló sus declaraciones cuando hablaba con el líder instalado por Rusia de la región parcialmente ocupada de Donetsk, Denis Pushilin, en una entrevista televisada. "Fue un hombre de negocios muy talentaso pero que cometió serios errores en su vida", dijo.
La caída del avión es ampliamente considerada un asesinato en venganza por un breve amotinamiento que desafió el liderazgo de Putin.
La agencia de aviación civil de Rusia dijo que Prigozhin y seis lugartenientes viajaban a bordo de un avión privado que se estrelló el miércoles poco después de despegar de Moscú, con una tripulación de tres personas.
Los rescatistas dieron rápidamente con los 10 cadáveres y los medios rusos citaron a fuentes del Grupo Wagner que confirmaron el deceso de Prigozhin .
¿QUÉ PASÓ CON EL AVIÓN?
Según una de las versiones preliminares, la aeronave, que se precipitó a tierra desde una altura de unas cinco millas sufrió un atentado con bomba, que estaría escondida en el compartimento del tren de aterrizaje del aparato.
Mientras, otra versión apunta a un misil de las defensas antiaéreas como la posible causa de la repentina caída del jet privado de Prigozhin en el que viajaban un total de 10 personas, incluido el "número dos" de Wagner, Dmitri Utkin.
También se baraja un error técnico o una falla humana.
En cuanto a la posible implicación de Kiev en el suceso, insinuada por algunos analistas rusos, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenskyy, lo negó este jueves rotundamente y aseguró que Kiev "no tuvo nada que ver" con el siniestro.
"Todos entendemos quién está detrás", dijo.
Las autoridades rusas informaron de la apertura de un caso penal para esclarecer el siniestro.
Mientras, algunos familiares de los wagneritas señalaron en declaraciones al portal Fontanka que no se creen la muerte de Prigozhin, cuyo cuerpo aún no ha sido identificado.
"Podría ser su doble", dijo una familiar de un combatiente de Wagner, mientras algunos periodistas de investigación también pidieron no precipitarse con conclusiones sobre el fallecimiento de Prigozhin.
En tanto, decenas de rusos se acercaron el jueves a los centros de Wagner en San Petersburgo y Rostov del Don, ciudad tomada por los mercenarios durante su sublevación armada, para depositar flores en memoria del jefe de esa compañía militar privada.
Los simpatizantes de Wagner también encendieron velas y las colocaron en una especie de memoriales improvisados en honor a Prigozhin, que tenía 62 años.
Según imágenes publicadas en redes sociales, un wagnerita se echó a llorar tras colocar una ofrenda floral en la ciudad siberiana de Novosibirsk, donde el grupo de mercenarios abrió una oficina en marzo pasado.
"EL MEJOR EN EL INFIERNO"
El propio Prigozhin, que estaba siendo tratado de un cáncer de estómago, según la prensa occidental, habló en varias ocasiones sobre su posible muerte.
"En los últimos diez años he pasado un centenar de veces por momentos cuando me tenían que matar, pero eso no ocurrió. Me tomo la vida con filosofía", dijo el jefe de Wagner en una entrevista concedida en mayo pasado.
Un mes antes de la rebelión armada del 23-24 de junio, Prigozhin aseguró que no temía por su vida.
"En lo que respecta a las amenazas a la vida y la libertad, hay que hacer lo que hay que hacer y que pase lo que tenga que pasar", dijo.
En otro video reciente, preguntado sobre la muerte, el jefe de Wagner respondió: "Todos iremos al infierno, pero ahí seremos los mejores".