CALI - Entre lágrimas y varios ramos de rosas blancas fue sepultado en Cali Pablo Andrés Carabalí, hermano de la jugadora colombiana Jorelyn Carabalí que participó con la selección de fútbol en el mundial de Australia y Nueva Zelanda, asesinado el lunes cuando estaba en una discoteca.
El joven, de 23 años, fue asesinado por sicarios el 14 de agosto en una discoteca en la que se encontraba departiendo con su novia.
Las honras fúnebres se llevaron a cabo en el barrio Comuneros II, en el oriente de Cali, donde se cerraron algunas calles para rendirle homenaje al joven. Varios de sus amigos llevaron el féretro, cubierto con una camiseta del equipo América de Cali, por las calles del sector gritando arengas donde se exigía justicia.
De acuerdo con William Quintero, comandante encargado de la Policía Metropolitana de Cali, el hermano de la futbolista se dedicaba al “gota a gota”, un conocido método de préstamo ilegal de dinero en el que se cobran cuotas muy altas para pagar.
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El oficial afirmó que ese negocio habría generado problemas con algunas estructuras criminales del sector donde residía el joven, lo que desencadenó el ataque sicarial que hoy es investigado por las autoridades colombianas.
“Exigimos justicia, la muerte de los jóvenes en Cali no puede quedar impune. Pablo Andrés era un joven con muchos sueños por delante”, gritó una de las vecinas del sector.
Desde la Federación Colombiana de Fútbol también enviaron un mensaje de condolencias, al igual que las compañeras de cancha de Carabalí, quienes expresaron a la deportista su respaldo.
“Te amo, mi necio. Nuevamente seré yo quien cuidará de mami”, decía uno de los mensajes posteados por Jorelyn en sus redes sociales tras conocerse el asesinato del joven.
En el sepelio también se contó con la presencia de Daniela Caracas, defensa de la Selección Femenina, quien estuvo acompañando a su compañera en todo momento.
Otro hermano de 14 años de Carabalí también fue asesinado en 2017 cuando estaba en una cancha de fútbol de Cali.
El cuerpo de Pablo Andrés fue trasladado hacia un cementerio en el sur de Cali acompañado por una nutrida caravana de motociclistas donde finalmente fue sepultado.