GUADALAJARA, México - La Iglesia de la Luz del Mundo realizó este domingo la Santa Cena, su principal celebración, de manera discreta y sin la multitudes que la caracterizaban antes de que su líder, Naasón Joaquín García fuera detenido y condenado por abuso sexual a menores.
El Templo de la Hermosa Provincia en la ciudad mexicana de Guadalajara, una especie de Vaticano para los seguidores de esta religión, lució lleno de fieles que escucharon y participaron por cerca de tres horas la máxima celebración religiosa, pero en sus calles alrededor el panorama era muy distinto.
Lejos de las miles de personas que abarrotaban cada año este lugar, las calles estaban vacías y en silencio. Al caminar por ellas a lo lejos se escuchaban los cánticos y las alabanzas que salían de los televisores en los que los fieles seguían la transmisión de la ceremonia desde sus casas.
Los dos años de pandemia obligaron a la Iglesia de la Luz del Mundo a evitar que sus fieles viajaran hasta el templo principal como sucedía cada año y los obligaron a seguirla a distancia.
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Este año, tras la sentencia de 16 años y 8 meses que le fue impuesta en junio pasado a Joaquín García por abuso sexual contra menores en un tribunal de Los Ángeles, la cúpula de la Luz del Mundo optó por guardar silencio y mantener todas sus actividades sin acceso al público en general y sin declaraciones a la prensa.
“La convocatoria para realizar la Santa Cena no se realizará de manera masiva, en cambio, el memorial sagrado para recordar la muerte de Jesucristo se realizará en 36 tiempos a nivel internacional y en México, en un templo por estado con una participación representativa de nuestras congregaciones”, decía un comunicado.
Joaquín García llegó a un acuerdo de culpabilidad con la fiscalía angelina que lo condenó por dos cargos de cópula oral con una menor de edad y un cargo por actos lascivos con un niño.
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CELEBRACIÓN DISCRETA
Durante la celebración los ingresos al templo estaban restringidos por lazos o por cintas amarillas con la leyenda “precaución”. Afuera, en las aceras, unas cuantas personas formaron una fila sentados en bancas portátiles para escuchar desde ahí la ceremonia y orar.
La escalinata dorada por la que solía entrar el llamado “apóstol de Cristo” durante las grandes ceremonias permanece adornada con flores artificiales.
Ahora, en su lugar, la ceremonia es dirigida por los ministros, quienes no dejan de nombrar a su líder, de pedir que oren por él y asegurarles que manda sus bendiciones “desde donde está”, provocando los llantos de los fieles de todas las edades.
En cada una de las calles a las que se llega al templo mujeres y hombres preparaban mesas con cientos de pastelitos individuales que fueron obsequiados a los asistentes al término de la ceremonia.
La fe en Joaquín García, preso desde 2019, sigue intacta entre sus seguidores. Al menos así lo señalan los carteles en apoyo al líder religioso en las casas de la colonia (vecindario) Hermosa Provincia que mantienen carteles con imágenes del líder y frases como “Mi esperanza y mi lucha es de volverlos a ver. NJG”, “Inocente” o “Mi tiempo ha llegado”.
A espaldas del templo principal se levanta una escultura monumental de corazones y figuras con flores multicolores que enmarcan el número 53, los años que Joaquín García cumplió el pasado mes de mayo.