ROMA — El Vaticano informó el lunes que ha reabierto la investigación sobre la desaparición ocurrida en 1983 de la hija de 15 años de un empleado del Vaticano, meses después que un nuevo documental de Netflix pretendiese arrojar nueva luz sobre el caso y semanas después que su familia solicitó al Parlamento italiano que apoye la causa.
El fiscal del Vaticano, Alessandro Diddi, abrió un expediente por la desaparición de Emanuela Orlandi, basado en parte “en las solicitudes hechas por la familia en varios lugares”, indicó el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni.
Laura Sgro, una abogada de la familia Orlandi, dijo no contar con una confirmación independiente sobre la pesquisa, de la cual informaron primero las agencias italianas Adnkronos, LaPresse y ANSA. Señaló que la última vez que presentó el caso en el Vaticano fue en 2019.
EMANUELA ORLANDI FUE VISTA POR ÚLTIMA VEZ CUANDO SALIÓ DE SU CASA EN 1983
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Orlandi desapareció el 22 de junio de 1983 tras salir del apartamento de su familia en la Ciudad del Vaticano para acudir a una clase de música en Roma. Su padre era un empleado laico de la Santa Sede.
Su desaparición ha sido uno de los misterios perdurables del Vaticano y, a lo largo de los años, ha sido vinculado con varios acontecimientos, entre ellos el complot para asesinar a San Juan Pablo II y un escándalo financiero que involucra al banco del Vaticano hasta el bajo mundo del hampa de Roma.
El reciente documental de Netflix “Vatican Girl” de cuatro episodios explora tales escenarios y proporciona además un nuevo testimonio de una amistad que afirma que Emanuela le había dicho una semana antes de desaparecer que un clérigo de alto rango del Vaticano le había hecho insinuaciones sexuales.
Por su parte, Sgro y el hermano de Orlandi, Pietro, anunciaron el mes pasado una nueva iniciativa para crear una comisión parlamentaria que investigue el caso.
Tres iniciativas presentadas previamente ante el Parlamento italiano no lograron despegar, pero la abogada Sgro y el legislador de oposición Carlo Calenda argumentaron que el Vaticano no podía cerrar el caso con tantas preguntas sin respuesta.
En declaraciones a RaiNews24 el lunes, Pietro Orlandi calificó la decisión de Diddi como un “paso positivo” de que el Vaticano aparentemente cambió de parecer, dejó atrás su oposición y ahora revisará el caso desde el principio.