La saturación en las morgues del estado de Jalisco, en México, obligó a las autoridades a almacenar 157 cadáveres no identificados en un camión refrigerado cerca de la ciudad de Guadalajara y el lunes se inició una investigación debido a las quejas por el mal olor.
Las protestas de los vecinos contra el vehículo hicieron que las autoridades lo cambiaran de lugar varias veces.
Pasó del estacionamiento de instituto forense a otro operado por el gobierno, para luego terminar en un campo detrás de un conjunto habitacional.
Luego “de la grave indolencia, insensibilidad y negligencia en el actuar de distintas autoridades en el caso de la cámara de refrigeración que aloja a personas fallecidas no reclamadas... por instrucciones del gobernador hemos abierto una investigación”, afirmó en un tuit Roberto López Lara, secretario de Gobierno de Jalisco.
El camión será trasladado de nuevo a terrenos del instituto forense, agregó.
Aunque la refrigeración retrasa la descomposición de los cadáveres, muchos de ellos habían sido recuperados de fosas clandestinas en el estado y ya están en proceso de putrefacción, señalaron las autoridades.
Esto es “un desatino... está molestando a vecinos” y causándoles dolor a las familias de las víctimas, dijo Javier Perlasca, visitador de la comisión de Derechos Humanos del estado.
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“Que se dejen de estas peregrinaciones que sólo indignan, lastiman... sobre todo no causar más dolor e indignación de lo que ya estamos viendo”, afirmó, y añadió que los cuerpos deben recibir un entierro decente.
Las autoridades estatales y locales han pasado apuros a medida que crece la cifra de cadáveres por la creciente ola de violencia en México.
Se registraron 16,339 homicidios en todo el país en los primeros siete meses del año, un incremento de 17% en comparación con el mismo período de 2017.
Las morgues en varios estados se han saturado. El año pasado, empleados en fiscalías cercanas a una en el estado sureño de Guerrero dijeron que habían dejado de trabajar debido al mal olor, y el fiscal principal del estado de Veracruz indicó que algunas fosas clandestinas “no se están trabajando porque no tenemos en dónde acomodar los restos que se pudieran extraer”.
Por su parte, Perlasca dijo que “es entendible porque efectivamente las capacidades físicas para resguardar los restos y los cuerpos de las personas fallecidas están rebasadas... como todos los días están encontrando restos y cadáveres en diferentes lugares, fosas clandestinas, ejecutados en la vía pública, etc.”