Con un solo voto en contra y 463 a favor, la Cámara de Diputados aprobó el jueves la creación de la Guardia Nacional, un nuevo cuerpo de seguridad pública formado por policías y militares bajo un mando civil.
El dictamen de reforma constitucional deberá ser ratificado por la mayoría de estados que conforman el país.
Ana Lucía Riojas Martínez, diputada federal sin partido, fue la única legisladora que dijo 'no' al proyecto avala el despliegue de las Fuerzas Armadas en territorio nacional.
"Diputados de Morena y aliados, cuéntense las mentiras que necesiten contarse para dormir después de lo que hicieron hoy. Traicionaron a quienes confiaron en ustedes para construir la paz", destacó Riojas Martínez.
La diputada explicó que aunque la Guardia Nacional tiene adscripción y formación civil, la reforma no impide que la cabeza de esta corporación sea un militar en retiro o con licencia, privilegiando la visión militar de la aniquilación.
Sin embargo, los argumentos de la legisladora -que sí encontraron apoyo en las advertencias de organismos internacionales y nacionales de derechos humanos- no fueron escuchados por el resto de los legisladores, que insisten en que el nuevo cuerpo tendrá un mando civil.
El proyecto inicial, promovido por el presidente Andrés Manuel López Obrador, creaba un organismo formado por elementos del Ejército, la Policía Federal y la Marina con una dirección militar para combatir la delincuencia en el país.
Sin embargo, el consenso alcanzado por todos los partidos con representación en Legislativo establece que la participación de las Fuerzas Armadas en la Guardia Nacional quedará limitada a un período de transición máximo de cinco años, y a partir de entonces los militares deberán regresar a sus cuarteles.