Estados Unidos ha registrado cinco casos de malaria propagada por mosquitos en los últimos dos meses, la primera vez que se ha producido un contagio local en 20 años.
Se detectaron cuatro casos en Florida y uno en Texas, según una alerta de salud emitida el lunes por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Los funcionarios de salud están advirtiendo a los médicos, especialmente a los de los estados del sur donde el clima es más amigable para el mosquito tropical que propaga la malaria, que estén al tanto de la posibilidad de infección.
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También deberían pensar en cómo acceder al artesunato intravenoso, que es el tratamiento de primera línea para la malaria grave en los Estados Unidos, dijeron los CDC.
QUÉ SE SABE DE LOS CASOS EN FLORIDA
El Departamento de Salud de Florida (FDOH) emitió una alerta estatal luego de confirmar cuatro casos de malaria en el condado Sarasota.
La agencia también dijo que las personas que fueron diagnosticadas recibieron tratamiento y “están mejorando”.
QUÉ SE SABE DEL CASO EN TEXAS
El Departamento de Salud y Servicios Humanos (DHSH) de Texas dijo que la persona diagnosticada recientemente con malaria es un residente del estado que pasó tiempo trabajando al aire libre en el condado Cameron.
"DSHS ha estado trabajando con los departamentos de salud locales para hacer un seguimiento del caso y determinar si otras personas pueden haber estado expuestas", agregaron en el comunicado. Hasta el momento, no se han identificado otros casos de malaria adquiridos localmente en Texas.
QUÉ ES LA MALARIA Y CUÁLES SON SUS SÍNTOMAS
La malaria es causada por un parásito que se propaga a través de las picaduras de mosquitos. Las personas infectadas pueden sufrir fiebre, escalofríos y enfermedades similares a la gripe.
El DHSH de Texas recomienda a las personas que se protejan de las picaduras de mosquitos, usando repelentes cuando estén al aire libre, cubriéndose con pantalones y camisas manga larga, e intentando mantener a los mosquitos fuera del hogar.
Si no se trata, las personas infectadas pueden desarrollar complicaciones graves y morir. El mayor número de muertes en los últimos años se ha visto en niños en el África subsahariana.
Cada año se diagnostican alrededor de 2000 casos de malaria en EEUU, la gran mayoría en viajeros que vienen de países donde la malaria se propaga comúnmente. Desde 1992, ha habido 11 brotes de malaria por mosquitos en los EEUU; el último ocurrió en 2003 en el condado Palm Beach, Florida, donde se reportaron ocho casos.
El caso de Texas es el primer caso de propagación local en casi 30 años; el último caso adquirido localmente fue en 1994.