Carter Roberts, de tres años, era un niño saludable y vital de Chesterfield, Virginia, pero durante una semana su vida cambió completamente.
De pronto, Carter se volvió un paciente incapaz de mover sus brazos o piernas por sus propios medios.
"Necesitaba incluso un tubo paras ayudarlo a respirar" dijo su madre Robin Roberts. "Los doctores trabajaron muy duro para poder entender qué era lo que pasaba".
En el hospital, los Roberts encontraron más preguntas que respuestas, pues los doctores consideraron un sinfín de diagnósticos.
Finalmente, tras una resonancia magnética, Carter fue diagnosticado con mielitis flácida aguda. Una enfermedad similar a la poliomelitis que parece estar en auga recientemente.
El lunes, el Centro para el Control de Enfermedades reveló que hasta agosto se habían reportado 50 casos confirmados durante el 2016, en 24 estados.
Vinculan la enfermedad a un enterovirus que circula de nuevo tras haber paralizado a 120 niños en el año 2014.
Salud
Se supone que el virus afecta levemente a los niños, pero que si entra en el sistema nervioso central sus efectos son devastadores, con complicaciones como la mielitis.
Las recomendaciones para evitar el contagio son, entre otras, cubrir la nariz y la boca al respirar, evitar contacto entre personas sanas y enfermas y reforzar el lavado de las manos.
Carter, quien fue diagnosticado en julio, apenas ha recuperado el movimiento en el lado derecho de su rostro. Parpadea para responder algunas preguntas y mueve levemente su lengua.
Por desgracia, invetsigadores indican que no hay terapias o curas para su padecimiento aunque su madre insiste en ayudarle con terapia de lenguaje.