Retiro de Productos

Qué es listeria, la bacteria potencialmente mortal implicada en el retiro de productos cárnicos

Con dos importantes retiros de alimentos contaminados con listeria en los últimos meses, muchos se preguntan qué es listeria, cuáles son los riesgos y cómo evitar la infección.

Telemundo

El Departamento de Agricultura anunció el martes que el productor de carne BrucePac retiraba 11.8 millones de libras de productos cárnicos y de pollo listos para el consumo debido a una posible contaminación por listeria, tan solo unos meses después del retiro productos de Boar's Head en julio.

Con dos importantes retiros de alimentos contaminados con listeria en los últimos meses, muchos se preguntan qué es listeria, cuáles son los riesgos y cómo evitar la infección.

Esto es lo que hay que saber.

¿Qué es listeria?

La listeria monocytogenes es un tipo de bacteria que puede contaminar los alimentos y causar graves complicaciones a determinados grupos de personas.

Específicamente, las mujeres embarazadas, los recién nacidos, los adultos mayores de 65 años y las personas con sistemas inmunitarios debilitados deben tener cuidado con la bacteria que puede provocar abortos, infecciones generalizadas, inflamación del revestimiento del cerebro y la médula espinal, dolores musculares y síntomas similares a los de la gripe.

En adultos sanos, puede causar diarrea.

La bacteria suele propagarse en charcutería, productos lácteos no pasteurizados y quesos blandos. También puede propagarse en pescados ahumados, helados y verduras crudas o procesadas.

Lsteria es común en el medio ambiente y puede proceder de diversas fuentes, como el suelo, el agua y el sistema digestivo de los animales (lo que también significa que puede encontrarse en las heces de los animales).

A diferencia de muchas otras bacterias, la listeria puede seguir creciendo en el frío, lo que significa que cuando está en alimentos como helados, charcutería y quesos que pasan mucho tiempo en el frigorífico, tiene más tiempo para reproducirse en el alimento. El frío no hace nada para detenerlo.

En el momento en que se consumen estos alimentos, la bacteria listeria ya ha tenido muchas oportunidades de crecer, lo que significa que la persona que consume el alimento ingiere más bacterias.

Listeria también prospera en entornos húmedos y de baja acidez. Los alimentos de baja acidez que suelen estar refrigerados durante mucho tiempo, como los melones, se han asociado a brotes de listeria en el pasado, al igual que los alimentos que crecen en condiciones húmedas, como los brotes de alfalfa.

Los quesos blandos, como el brie, el camembert y el queso fresco, son conocidos por ser más húmedos y menos ácidos que los quesos duros, lo que los hace más favorables al crecimiento de la listeria.

Los productos lácteos elaborados con leche no pasteurizada tienen aún más probabilidades de estar contaminados.

¿Cómo llega listeria a los alimentos cocinados?

Las carnes frías suelen cocinarse cuando se producen, así que ¿cómo llega la listeria a estos alimentos?

Aunque cocinar la carne mata la listeria que pueda estar presente, la charcutería puede contaminarse después durante el envasado o el corte.

Los productos cárnicos listos para el consumo implicados en el retiro de BrucePac están precocinados, aunque todavía no se ha determinado la fuente de contaminación.

Dado que la listeria puede proceder de muchas fuentes distintas, la contaminación puede producirse de diversas maneras. Los brotes anteriores se han asociado a la presencia de listeria en suelos, drenajes, mesas, cuchillos, cintas transportadoras y muchas otras zonas de las instalaciones.

Una vez contaminado el equipo de procesado, resulta más difícil desinfectarlo porque la listeria tiene tendencia a formar "biofilms", en las que las bacterias se adhieren con más fuerza entre sí y a las superficies.

Un "biofilm" de listeria es más resistente al calor, los ácidos, los rayos UV y otros métodos de limpieza que suelen utilizarse para eliminar la bacteria.

¿Cuáles son los peligros de listeria?

Los síntomas pueden aparecer entre unos días y tres meses después de ingerir alimentos contaminados, pero el periodo típico es de una a dos semanas.

Casi una sexta parte de todos los casos de listeria se dan en mujeres embarazadas, que tienen unas 10 veces más probabilidades de sufrir una infección en comparación con la población general.

Esto lo convierte en una grave preocupación para las madres, ya que tanto ellas como sus bebés pueden verse afectados. La infección por listeria al principio del embarazo puede provocar un parto prematuro, un bebé con bajo peso al nacer y la pérdida del embarazo. Una infección posterior puede provocar problemas de salud congénitos en el bebé, como discapacidad intelectual, convulsiones, ceguera y otros.

En algunos pacientes, la infección puede causar la muerte. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) cada año se infectan unas 1,600 personas y mueren 260 por infección de listeria en Estados Unidos.

Es la tercera causa de muerte por intoxicación alimentaria.

Sigue la "regla de las dos horas"

Las mujeres embarazadas, los recién nacidos, los adultos mayores de 65 años y las personas con sistemas inmunitarios debilitados deben evitar los alimentos que suelen estar contaminados, como la charcutería, los productos lácteos no pasteurizados y los quesos blandos.

Los estudios han identificado que las mujeres hispanas embarazadas pueden tener un mayor riesgo de infección por listeria debido al consumo de queso fresco y otros quesos blandos, por lo que este grupo debe tener especial cuidado de evitar estos alimentos durante el embarazo.

También es importante mantener limpio la nevera para evitar el riesgo de crecimiento de listeria en su interior. Eso significa limpiar inmediatamente los derrames y limpiar el interior de las paredes y los estantes con agua caliente y un detergente suave.

Asegúrese de no consumir alimentos cuya fecha de caducidad haya vencido.

Por último, la "regla de las dos horas" ayudará a prevenir la proliferación de listeria en los alimentos preparados y las sobras. Refrigere o congele los alimentos en las dos horas siguientes a su preparación, y deseche los que lleven más tiempo fuera.

Esta nota fue publicada originalmente en inglés por Mustafa Fattah para NBC News. Para más de NBC News, hac clic aquí.

Contáctanos